In AEO 22 de enero de 2022, Resoluciones

Nombre de la resolución: Calidad educativa en la Comunidad de Madrid

Asamblea General Ordinaria: AEO 22 de enero de 2022

Presentada por: Grupo de Trabajo de Educación Formal

Justificación:

La educación se reconoce como derecho en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y, como tal, debe estar garantizada en total plenitud por las instituciones autonómicas madrileñas. La Educación Formal es uno de los pilares del ámbito educativo-institucional responsable de la adaptación de las personas en la sociedad, de proporcionar las herramientas de participación necesarias y de la corrección de diferentes desigualdades estructurales en el sistema. Así mismo, es uno de los motores de transformación personal, cultural y social que contribuye a la emancipación y a la formación de una ciudadanía más libre, crítica e igualitaria (Pericacho y Andrés-Candelas, 2018). En esta resolución, añadimos, entendemos la Educación Formal como aquella educación de carácter intencional, planificada y reglada, que ocupa toda la oferta educativa disponible, sea obligatoria o postobligatoria. 

La calidad educativa es un concepto que debe incluir la equidad del alumnado. La equidad se entiende como una combinación entre la igualdad en el acceso (la superación de las distintas formas de acceso o selección encubiertas), la igualdad de oferta educativa (un currículum común ante todas clases sociales) e igualdad de resultados (que permita al alumnado obtener resultados parecidos, sin que sus características de base de carácter económico, étnico, de género o social tengan una influencia en los mismos). La equidad es sólo posible si también se facilita la atención a la diversidad (Marchesi y Martín, 2014). 

Dadas las implicaciones de la calidad educativa y de la educación, es necesario que desde las instituciones se preste atención a las consecuencias que ha experimentado la educación formal y su calidad a lo largo de los años a través de los distintos cambios legislativos y contextuales asociados al momento actual, como pueden ser los efectos de la pandemia provocada por el virus Sars-Cov-2.

Organizaremos la justificación de esta resolución en distintos ámbitos dentro de lo que compete a la educación formal: financiación, participación estudiantil, formación del profesorado, currículum escolar y la inclusión en las instituciones educativas como aspecto transversal a todas ellas. Finalizamos con el comentario de la situación específica tras el coronavirus en la Comunidad de Madrid. 

Desde el CJCM defendemos la educación como un derecho asegurado por las instituciones y que, por tanto, es necesario que la partida de educación sea lo suficientemente ambiciosa como para cubrir las necesidades que existen en la sociedad. La financiación ha de ser pública, de manera que se traduzca en un acceso democrático a la educación donde la situación económica familiar no sea un factor que determine el acceso a una educación de calidad. Mientras que las legislaciones actuales a nivel europeo han apostado por incrementar la media de gasto público en los países de la Unión Europea en Educación, han sido varios los recortes presupuestarios que se han realizado en el territorio español y, en concreto, dentro de la Comunidad de Madrid. No han sido escasas las veces en las que la Comunidad de Madrid ha aparecido en el último puesto de España en inversión educativa global, el penúltimo en inversión por alumna/o (siendo esta cifra un 21,6% menos que la media de España), afectando esta inversión también en materias de Formación Profesional y enseñanzas educativas (CCOO, 2021). A fecha de 2021, Madrid invierte hoy en Educación un 18% menos que en 2009, a pesar de que su PIB ha subido un 16%. En total, dedica al sector educativo un 2,26% del PIB frente al 4,21% de la media a nivel nacional. El estado de las ratios en las aulas, antes y con la vuelta a la nueva normalidad tras la pandemia, es elevado para proporcionar una adecuada atención personalizada e individualizada a los estudiantes; de la misma manera, la escasez de recursos humanos y materiales imposibilita el alcance de la fórmula de la calidad educativa, afectando al equilibrio entre equidad y resultados en todos los niveles educativos. La inestabilidad laboral del profesorado, los obstáculos para entrar en la carrera docente debido al actual sistema de oposición, así como la dificultad al acceso a las distintas enseñanzas debido al coste que tienen que enfrentar las familias son otras de las claras amenazas a la calidad educativa. 

Respecto a la formación del profesorado, algunos estudios (e.g., Gómez y Andrés-Candelas, 2018) señalan la presencia de distintos problemas: (1) insuficiente formación inicial del profesorado (la ineficaz atención a la realidad de lo que ocurre en las facultades de Profesorado y las prácticas pseudocientíficas), (2) la estabilidad del equipo docente y la continuidad del proyecto educativo; (3) escaso ánimo a la innovación por parte de las instituciones y confusión entre modernización-renovación pedagógica; (4) los valores de un modelo pedagógico competitivo e individualista.

En términos de participación educativa, los colectivos de estudiantes llevan denunciando varios años la sensación de no sentirse escuchados por sus instituciones y administraciones, situación que se ha visto especialmente comprometida bajo las actuales circunstancias de salud pública. Para el 91,9% del estudiantado es una preocupación que no se ha atajado en las distintas reformas que se han llevado a cabo, un elemento clave para alcanzar la inclusión y la calidad de las instituciones educativas, siendo el asociacionismo otro de sus potenciales mecanismos más importantes. La escasez de figuras en los órganos decisivos, así como de figuras que se encarguen de velar por los derechos de los estudiantes en las instituciones, son otras de las circunstancias que ponen en peligro la calidad educativa. 

El currículum escolar es otro de los protagonistas claves al hablar de calidad, ya que supone la definición de las intenciones educativas del sistema escolar y responde al qué, cómo y cuándo enseñar y evaluar. Actualmente, el currículum escolar no recoge los aspectos del desarrollo humano que dentro de una cultura determinada son esenciales para poder enfrentarse de forma autónoma a los problemas que surgen a lo largo de la vida. Es por ello por lo que es necesario que permanezca en un continuo análisis y sea susceptible de modificación, con el fin de poder adaptarlo a las necesidades de los cambios sociales que van sucediendo. 

En marzo de 2020 se decretó el primer Estado de Alarma por la pandemia del COVID19 en España y con él, el primer confinamiento domiciliario. Una de sus principales consecuencias fue el cierre de todos los centros educativos y la modificación de un sistema educativo basado en la presencial a una nueva realidad que supiera reaccionar ante las nuevas necesidades creadas. Las niñas, niños y jóvenes de la Comunidad de Madrid ahora tenían que convivir con sus familias en casa durante la jornada laboral y educativa y participar en el sistema de manera remota. Este contexto suponía todo un reto para todos los agentes sociales. 

Diversos estudios se han centrado en analizar cuantitativa y cualitativamente las nuevas necesidades generadas y cómo fueron satisfechas, así como la opinión y visión de los estudiantes y de sus familias. A nivel estatal, Díez-Gutiérrez y Gajardo-Espinoza (2020) reportan los distintos problemas: 

  1. La ampliación de la brecha social como consecuencia de la brecha digital, lo que incrementa la desigualdad en épocas de crisis,
  2. La tecnología como una herramienta complementaria a la educación presencial en el proceso de enseñanza-aprendizaje, pero nunca como una alternativa equiparable
  3. El contenido del currículum, que no permite discriminar lo prescindible de lo que no lo es, siendo necesario un replanteamiento que permita priorizar los contenidos más relevantes.
  4. La evaluación, que no dista lo suficiente como para que no sea confundido como mera calificación,
  5. La necesidad de individualización y adaptación a cada caso personal tanto en épocas de coronavirus como en épocas sin crisis pandémicas para que nadie se quede atrás, teniendo siempre en cuenta la perspectiva de comunidad (e.g., que los problemas no son exclusivamente individuales ni personales, que hay condicionantes contextuales comunes que se deben atajar para solventarlos). 

En la actualidad (2021) existe una tendencia para recuperar el ritmo pre-pandémico. Sin embargo, no es tan fácil revertir las desigualdades que ha originado la pandemia. Gran parte del estudiantado ha visto dificultado el acceso a los recursos digitales y aunque se han hecho esfuerzos desde las administraciones, las desigualdades se han mantenido. “El acceso a internet de las familias y su disponibilidad de recursos digitales para continuar con el aprendizaje desde casa se ha visto influido por su nivel económico” (De las Morenas Martín, 2020). Por otro lado, la necesidad de reacción inmediata hizo que profesorado, alumnado y familias se tuvieran que acostumbrar de una manera inminente al contexto de la educación online, con la utilización de nuevas herramientas, tecnologías y programas sin el adecuado espacio de adaptación e instrucción. Todo esto plantea las necesidades que han de ser cubiertas a través de un replanteamiento del sistema educativo a partir de la digitalización, para sobrellevar circunstancias inesperadas sin dejar a nadie atrás. La creación de grupos burbuja y, en general, la reducción de ratios se presenta como la mejor alternativa para mantener a raya la crisis de la pandemia del Covid19 y la atención especializada al alumnado.  Se ha sobrellevado la crisis con los recursos que se manejaban en el momento, que, sin duda, podrían haber sido mejorados con mayores partidas presupuestarias

Resolución:

Desde el CJCM instamos a la Comunidad de Madrid a implementar las siguientes propuestas en materia de educación formal:

De manera general

  1. Asegurar que la educación no esté supeditada al mercado laboral bajo ningún concepto, por ser esta un derecho. La educación es un bien y un fin en sí misma. 
  2. Garantizar la igualdad de oportunidades del alumnado en cuanto a digitalización se refiere, disponiendo todas las personas de medios electrónicos.
  3. Realizar un mayor seguimiento de los casos con mayores necesidades educativas o sociales, en coordinación con otras instituciones.
  4. Utilizar la diversidad como una oportunidad de enriquecimiento: instar a las escuelas a que atiendan equitativamente a cualquier tipo de alumnado mediante la adaptación de su contenido educativo, instalaciones y recursos propios por el correcto trato equitativo e inclusivo a su alumnado.

Financiación

  1. Promocionar el acceso a los distintos niveles educativos a través de un aumento de las cuantías y facilitaciones del sistema de becas, especialmente en bachillerato, formación profesional y universidades, donde se promueva la integración y los recursos en los centros públicos de la Comunidad. 
  2. Seguir aumentando la inversión destinada a educación, a un mínimo del 25% de los presupuestos de la Comunidad de Madrid para 2025.
  3. Garantizar las condiciones laborales dignas del profesorado en todos los niveles educativos. Asegurar que el acceso a la carrera de profesorado es compatible con un proyecto de vida autónomo, así como que las prácticas en centros de trabajo en los distintos niveles educativos son remuneradas, respaldadas por la Seguridad Social. Esto pasa porque las instituciones establezcan un sistema de seguimiento a las empresas colaboradoras para su correcto cumplimiento, a través de penalizaciones. 

Profesorado y ratios:

  1. Aumentar las plantillas de profesorado para satisfacer necesidades, contratando más personal docente para que las clases tengan en torno a 16 alumnos/as. Esto asegura un reparto más equitativo de la carga lectiva y laboral y de alumnado por aula, permitiendo dedicar más tiempo a la programación y a la atención del alumnado y facilitar el aprendizaje, factores que repercuten directamente en la calidad educativa.
  2. Poner a disposición de los centros educativos y del profesorado de todos los niveles educativos formación continua, que incluya especialmente temas como la atención a la diversidad, uso de nuevas tecnologías y metodologías innovadoras con evidencia científica, y permita la proposición por parte del profesorado al temario en áreas de libre elección relevantes para el alumnado. Bajo la supervisión de la dirección del centro
  3. Formación específica para profesorado que provenga de otras disciplinas ajenas a Magisterio, impartida desde las propias universidades. Incidir en la formación del profesorado universitario (p.e., colectivo predoctoral).
  4. Asegurar la existencia de los departamentos de orientación y psicopedagogía que se coordinen con otros departamentos para la correcta atención al estudiantado y sus diferentes necesidades que puedan darse en un centro. 
  5. Facilitar los recursos materiales y simbólicos en formación del profesorado que aseguren el correcto abordaje de los alumnos con necesidades específicas de apoyo en cada centro
  6. Asegurar los planes de acción tutorial, incluyendo una revisión continua y un control sobre su correcto funcionamiento.
  7. Contar con una bolsa de prácticas para pedagogía, logopedia, educación social, trabajo social y psicología con una amplia lista de centros públicos en la que desarrollar estas horas, para facilitar la comunicación universidad-práctica escolar. 
  8. Asegurar la no discriminación en el ámbito de la educación: negligencia y violencia en sus distintas formas

Participación estudiantil

  1. Asegurar la existencia de la figura pública del defensor del estudiante en todos los niveles educativos. 
  2. Creación de nuevas figuras que fomenten la participación, partiendo de la formación y motivación al estudiantado. 
  3. Fomentar el asociacionismo y las distintas vías de educación, tanto formal como no formal, así como visibilizar sus consecuencias positivas en término de aumento de derechos estudiantiles.
  4. Blindar la participación del estudiantado en los consejos escolares, asegurando su mantenimiento y la representación y escucha real del alumnado. 
  5. Visibilización de las distintas herramientas con las que el estudiantado tiene a su disposición, incluyendo aquí la visibilización del seguro escolar. 

Currículum educativo

  1. Actualización del currículum educativo en concordancia a las nuevas necesidades y transformaciones de la sociedad, en base a los fines que debe tener la Educación. 
  2. Desarrollo de la educación en valores de una manera transversal en las distintas asignaturas y niveles educativos, fomentando el desarrollo del espíritu crítico 
  3. De esta manera, la enseñanza de contenidos que excedan los límites más puramente cognitivos es un pilar fundamental para la adaptación de las personas a su entorno. Apostamos por la visibilización del papel de las mujeres en sus distintas aportaciones, la educación con perspectiva de género y el respeto a la diversidad afectivo-sexual.
  4. Impartición de asignaturas que permitan la correcta adaptación a la vida diaria después de terminar los distintos niveles de educación reglada. En este sentido, vemos necesaria la impartición de contenidos básicos de derechos laborales, derechos humanos y derechos de la infancia de manera transversal, adecuándose a los distintos niveles educativos. Así mismo, creemos relevante y necesario un énfasis a la cuestión de la salud mental en el estudiantado, de forma que se reconozcan las distintas maneras en las que se pueda ver afectada, basándonos siempre en prácticas basadas en la evidencia. Entendemos que la inclusión de estas materias hace que el alumnado tenga un mayor número de herramientas para la participación activa democrática en sociedad. 
  5. Actualización a las distintas metodologías digitales, de forma que el aprendizaje memorístico se vea complementado con otro tipo de aprendizajes que creen significado para el estudiantado y que no supongan su base exclusiva en los libros de texto ni en las dinámicas magistrales, haciendo que las clases sean más participativas. 

Bibliografía:

  1. Gómez, F. J. P., & Andrés-Candelas, M. (2018). Actualidad de la renovación pedagógica en la Comunidad de Madrid: un estudio a través de centros escolares representativos. Educação e Pesquisa, 44.
  2. Marchesi, Á., y Martín, E. (2014). Calidad de la enseñanza en tiempos de crisis. Alianza Editorial.
  3. Federación de Enseñanza CCOO Madrid (2021). 10 años de degradación de la enseñanza pública en Madrid (2009-2018).
  4. Sánchez Caballero, D. (2021). Madrid invierte hoy en Educación un 18% menos que en 2009 pese a que su PIB ha subido un 16%. https://www.eldiario.es/madrid/cifras-educacion-madrid-invierte-mitad-media-espanola_1_7882012.html
  5. CANAE (2021). Estudiantes en Pandemia. Informe 2020/2021 sobre educación y participación desde la perspectiva estudiantil. Confederación Estatal de Asociaciones de Estudiantes. 
  6. Gutiérrez, E. J. D., & Espinoza, K. G. (2020). Educar y evaluar en tiempos de Coronavirus: la situación en España. Multidisciplinary Journal of Educational Research, 10(2), 102-134.
  7. de las Morenas Martín, A. (2020). Percepción de familias y docentes sobre la modalidad de educación a distancia implantada en la Comunidad de Madrid durante la crisis por COVID-19. Enseñanza & Teaching: Revista Interuniversitaria de Didáctica, 38(2), 25-45.
  8. Rupérez, F. L., García, I. G., & Casas, E. E. Igualdad de oportunidades e inclusión educativa en la Comunidad de Madrid. Un estudio comparado.

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