Desde hace años la sociedad civil, encabezada por los y las jóvenes reclaman justicia climática y un cambio de modelo económico que tenga en cuenta los límites biofísicos de nuestro planeta. En el Consejo de la Juventud de la Comunidad de Madrid somos conscientes de la necesidad urgente de tomar medidas que rescaten un planeta agostado por un crecimiento ilimitado basado en la explotación acelerada de los recursos naturales, y por ello, declaramos la emergencia climática.
La comunidad científica lleva años alertando de la degradación progresiva y exponencial a la que estamos sometiendo a nuestro medio. Según los últimos estudios del IPCC es imposible cumplir el objetivo de no incrementar en 1’5º la temperatura media global que se estableció en el Acuerdo de París si no tomamos acciones de inmediato. Si el ritmo de emisiones no cambia es probable, según este informe, que la temperatura media del planeta aumente más de 3º a final de siglo.
Pero esta información no es nueva. Ya desde el año 1972 cuando el Club de Roma publicó el informe Los límites del crecimiento basado en análisis informáticos de las curvas de crecimiento, estamos prevenidos de que «en un planeta limitado, las dinámicas de crecimiento exponencial (población y producto per cápita) no son sostenibles». Así mismo en 1992, 20 años después, se publicó Más allá de los límites del crecimiento, un informe que exponía que la humanidad ya había superado la capacidad de carga del planeta según los datos actualizados.
El modelo actual supone una explotación incontrolada de los recursos naturales que está poniendo en grave peligro la propia supervivencia de nuestro planeta. Según datos de la ONU alrededor de un millón de especies de plantas y animales están actualmente en peligro de extinción y podrían desaparecer en las próximas décadas (más del 85% de los humedales se han perdido, y un 75% de los ecosistemas terrestres así como el 60% de los marinos se han alterado).
España se encuentra en una zona muy vulnerable y las consecuencias del cambio climático nos pueden afectar más que a otros países, con grandes efectos sobre la agricultura, ganadería, bosques, etc. afectando a toda la sociedad. Por otra parte, su contribución a la lucha contra los gases de efecto invernadero, no se ha traducido en resultados satisfactorios: no se han conseguido reducir las emisiones en casi tres décadas.
Dentro del estado, la Comunidad de Madrid es la más densamente poblada, al haberse convertido en el último siglo en el mayor foco de inmigración interna del estado. El modelo de expansión urbana llevado a cabo en esta comunidad durante las últimas décadas, basado en un crecimiento ilimitado del suelo urbano y en la dependencia de los ya escasos combustibles fósiles. junto a las grandes distancias a recorrer, la falta de alternativas al uso del transporte privado contaminante, ha generado la destrucción de gran parte de nuestros ecosistemas, el incremento de los riesgos asociados al medioambiente (como los incendios forestales o fenómenos meteorológicos extremos), además de un aumento de las desigualdades y una asimetría cada vez mayor en los ejes norte-sur, centro-periferia y urbano-rural.
Es más necesario que nunca un cambio integral de nuestros modelos productivos y sociales para alcanzar los objetivos que pongan freno a la crisis ecológica y aseguren la justicia climática que la sociedad demanda. En este sentido, creemos necesario que:
- El modelo de consumo energético actual, basado en los combustibles fósiles transite hacia un modelo basado en el ahorro, la eficiencia energética, el autoconsumo, el fomento de las redes de energía locales y renovables para alcanzar un modelo energético justo y democrático.
- Se genere un nuevo modelo territorial y urbano que atienda a la protección de nuestros ecosistemas, el acceso a empleo y servicios, la reducción del consumo de suelo urbano y recursos naturales frente a la especulación inmobiliaria y el crecimiento ilimitado.
No hay justicia climática sin reparto de responsabilidades, y por ello tenemos que reconocer las desigualdades existentes en nuestra sociedad, que influyen el riesgo que supone para cada uno la crisis climática, su capacidad de adaptación, y su deber de contribución a la solución. La responsabilidad de este cambio debe recaer en los principales causantes de esta situación y en aquellos que tienen mayor capacidad para hacerla frente, no en los que tienen menos opciones de adaptación. Sólo 5 países emiten casi el 60 % de las emisiones de gases de efecto invernadero mundiales y sólo 20 empresas multinacionales emiten el 35 %.
No podemos perder más tiempo para dar una respuesta clara y comenzar una transición a un sistema más justo y sostenible.
El Consejo de la Juventud de la Comunidad de Madrid manifiesta su adhesión a los compromisos adquiridos por la Unión Europea en este ámbito, especialmente los comprometidos en la Agenda 2030, adoptada por todos los estados miembros de las Naciones Unidas y que incluye los denominados Objetivos de Desarrollo Sostenible en el Marco sobre clima y energía para 2030, que fueron recogidas en las conclusiones del Consejo Europeo de octubre de 2014, así como las acordadas para 2050 en la hoja de ruta hacia una economía baja en carbono y competitiva en 2050.
Solicitamos a las administraciones públicas y grupos políticos de la Comunidad de Madrid que adopten los siguientes objetivos y medidas:
Sobre modelo energético:
- Reducir la demanda energética como mínimo en un 40 % en 2050, en base a los acuerdos de la Agenda 2030, promover el aumento de la eficiencia energética y de las instalaciones impulsadas por energías renovables.
- Incluir en el próximo ejercicio presupuestario una línea específica de financiación pública para el fomento de las instalaciones de energía solar fotovoltaica y eólica destinadas al autoconsumo. Esta dotación deberá ser acorde al PIB de nuestra región.
Sobre modelo de transporte:
- Apostar por una movilidad sostenible, promoviendo que los municipios estudien la limitación del tráfico de vehículos en núcleos urbanos de municipios de más de 50.000 habitantes y blindando las medidas que ya se han tomado en este sentido, creando espacios peatonales, fomentar la bicicleta y otros medios de transporte no contaminantes, mediante una transformación urbanística que ha de ser ordenada y progresiva y que ha de ir acompañada de un cambio cultural en la sociedad.
- Fomento del transporte público, incrementando los recursos públicos de su red, recuperando, en primer lugar, las frecuencias y trayectos de transporte público eliminados durante el último año.
- Asegurar la accesibilidad al transporte público, y estudiar su gratuidad en los casos de familias en riesgo de exclusión social, parados de larga duración y otros colectivos vulnerables.
- Aumentar la presencia del transporte público en la periferia y su conexión entre puntos periféricos de la comunidad, evitando pasos innecesarios por el centro de la ciudad y las aglomeraciones que esto conlleva.
- Estudiar la eliminación de los vuelos cortos que tengan alternativa en tren (a menos de 7 horas) y que estén a distancias inferiores a los 1.000 km, potenciando la red ferroviaria de larga distancia y la creación de trenes nocturnos, garantizando precios accesibles.
Sobre modelo urbano, territorial e infraestructuras:
- Apoyar la gestión de los terrenos enfocada a la recuperación de tierra fértil y el freno de la erosión, larecuperación y conservación de los acuíferos y los pastos a través de la gestión inteligente del territorio, abordando proyectos de regeneración rural, ecológica y humana.
- Impulsar la rehabilitación de viviendas, para asegurar su completa accesibilidad y una alta eficiencia energética. Identificación de zonas de actuación preferente en función de la renta media y tasa de desempleo, con el fin de reducir la desigualdad y el desequilibrio regional.
- Promover una organización territorial que equilibre ecológica y socialmente los ejes norte-sur, centro-periferia y urbano-rural, desechando los “macroproyectos” de especulación urbanística y haciendo una excepción de la recalificación de suelo de rústico a urbano.
- Conexión de los ecosistemas de la comunidad a través de una red de corredores ecológicos que busque proteger el paisaje, la conservación de la vida salvaje y la recuperación de las vegas de los ríos.
- Elaboración de un plan de gestión del patrimonio, asegurando la elaboración actualizada del catálogo de bienes protegidos así como de espacios naturales protegidos y la vigilancia del estado de conservación y uso social de tales bienes patrimoniales.
Sobre modelo de gestión de recursos:
- Implementación de la economía circular en la Comunidad de Madrid, apoyando las iniciativas ya surgidas, promoviendo la reutilización y reparación de los bienes, y premiando por medios diversos (fiscales, concienciación, ayudas, etc.) el aumento de vida útil de los bienes.
- Establecer una Estrategia de Residuos acorde con este concepto de economía circular, que tenga como objetivos concretos la clausura de vertederos, la apuesta por la gestión en origen y el reciclado de los materiales, además de los mencionados arriba
- Elaboración de un plan de acción contra la explotación incontrolada de acuíferos, así como de la contaminación de las aguas tanto superficiales como subterráneas. Asumir el conjunto de propuestas incluidas en el Acuerdo Social para la Gestión del Ciclo Integral del Agua en la Comunidad de Madrid incluyendo la gestión 100% pública del ciclo del agua de la comunidad.
- Fomentar una economía local y de proximidad, que impulse la gestión alimentaria, silvicultura, agricultura y ganadería ecológica y de proximidad.
Otras medidas:
- Implantar un plan de educación ambiental regional en centros educativos formales, en la red de centros de educación ambiental de la Comunidad de Madrid y en otros ámbitos formativos.
- Promover en parques y zonas verdes puntos de información sobre botánica que resulten atractivos (enmarcado en la educación ambiental)
- Fomentar la necesaria adaptación de la región a la crisis climática y sus consecuencias de incremento de la temperatura global, olas de calor o irregularidad de las precipitaciones; actuando con prioridad en los centros de educación infantil, primaria y secundaria, centros y residencias de personas mayores y otros centros destinados a personas vulnerables. Esta adaptación deberá tener en cuenta criterios de sostenibilidad.
- Establecer canales de participación de la ciudadanía y la sociedad civil en la vigilancia de la situación medioambiental de la región y las políticas que se toman con impacto en esta materia, favoreciendo también su participación en la toma de decisiones.
- Informatizar los procesos administrativos, sustituyendo los carnets por pases o claves digitales, los documentos firmados y en papel por firma electrónica y envío digital, etc. teniendo en cuenta las dificultades derivadas de la brecha digital e intentando minimizarlas.
- Reducir el IVA en productos alimenticios, textiles, etc. de producción ecológica y reciclables y aumentarlo en aquellos con producción más contaminante.
- Promover la inversión en I+D+I en nuevas tecnologías que contribuyan a la descarbonización de todos los sectores de la economía madrileña susceptibles de emitir gases de efecto invernadero.
Deja una respuesta