En 1992, la Organización Mundial de la Salud reconoció la ludopatía como un trastorno y la incluyó en su Clasificación Internacional de Enfermedades. Años después, el Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales identificaba la ludopatía como una auténtica adicción carente de sustancia. Además, existen numerosos ensayos clínicos que demuestran que se trata de una condición que afecta gravemente no sólo al individuo, sino a todo su entorno familiar, laboral y de amistades con consecuencias económicas y emocionales que sobrepasan al propio enfermo.
En los últimos años, la proliferación de casas de apuestas, además de los locales específicos de apuestas deportivas, ha sido exponencial, en el conjunto del Estado, pero especialmente en la Comunidad Autónoma de Madrid (CM), donde se localizan 678 locales —4 casinos, 33 bingos, 171 casas de apuestas y 470 salones de juego— (1).
En el informe Locales de juego y apuestas en el municipio de Madrid (2019), se identificaron en torno a 400 locales distribuidos en patrones identificables, “zonas en las que la población residente ofrece un nivel adquisitivo inferior a la media y un estatus social menos privilegiado”, concretamente en Puente de Vallecas, Carabanchel, Centro, Tetuán y Usera.
Debido a esto, la ludopatía se ha convertido en uno de los principales problemas sociales en España, arraigándose y extendiéndose entre la juventud, que está aumentando su presencia en estos espacios, ya desde la adolescencia, y promoviendo una peligrosa normalización del juego como forma válida de ocio juvenil.
Según el informe Percepción social sobre el juego de azar en España 2017 la clientela en general suele ser “muy joven (los dos tercios tienen menos de 35 años), desequilibrada hacia los varones, de clases medias con una presencia relativamente elevada de medias bajas y con participación significativa de inmigrantes”. Además, la presencia en salones de juego de jóvenes de 18 a 24 años desde 2013 a 2016 ha crecido un 20,6%.
Adicionalmente, el manual de prevención de adicciones de la 28 Federación de jugadores de azar rehabilitados, FEJAR, consta como ha cambiado el patrón tipo de las personas ludópatas en España; hoy en día, la edad de iniciación en el juego está batiendo los récords; en esta publicación se desprende que la media de edad de los nuevos jugadores es de 16 años, es decir, los jóvenes participan en una actividad ilícita para su edad; y en su estudio lo sorprendente es la baja percepción en cuanto a los riesgos a los que se enfrentan al participar en estas nuevas formas de juego.
Por todo lo dicho, el CJCM insta lo siguiente:
Al gobierno de la Comunidad:
• Aumentar el tipo aplicable al impuesto sobre actividades del juego, el juego online, y las salas de apuestas. Que al menos el 1% de lo recaudado con este impuesto sobre el juego se dedique a la constitución de un fondo dedicado a la prevención y el tratamiento de las adicciones relacionadas con el juego.
• Continuar con las inspecciones a locales de juego y casas de apuestas previstas en el RD 42/2019 y, si es necesario, aumentar su frecuencia, de forma que se asegure la inspección de todos los establecimientos de este tipo en la región de cara a los próximos años.
• Endurecer la Ley de Juego, haciendo especial hincapié en la protección de los niños y adolescentes con problemas de ludopatía.
• Reforzar los equipos psicopedagógicos de la Consejería de Políticas Sociales y Familias, encargados de la atención a niños y adolescentes con problemas de ludopatía.
• Exportar a otros centros hospitalarios el modelo del Centro de Prevención e Investigación sobre Ludopatías del H. U. Gregorio Marañón, con el fin de garantizar la formación a este respecto por parte de los profesionales sanitarios de atención primaria, asegurando así el acceso a este tipo de servicios en todas las regiones de la CAM.
• Adaptar la Estrategia Regional sobre Adicciones Comportamentales en función de las necesidades cambiantes de la realidad de la juventud regional, incluyendo los nuevos problemas de salud derivados de las nuevas tecnologías, las redes sociales y el juego online.
• Dotar de mayores recursos a las entidades de asistencia y acción social que tratan con los afectados, para promover actividades encaminadas hacia la prevención de la ludopatía como lo son los programas de ocio alternativo.
• Restringir la apertura de las casas de apuestas físicas mediante un mínimo de metros de separación, por núcleos de población, etc. para frenar así su expansión, y evitar la concentración de locales en determinadas zonas, además de que prohíba los terminales de apuestas deportivas en salones de juego, bingos y casinos.
• Aumentar, de los actuales 100 metros a 500, la distancia entre los centros educativos y los locales, tanto universitarios como no universitarios. Además, limitar los horarios de apertura de estos locales, de forma que no coincidan con los puntos de máxima afluencia de menores en la calle.
• Reducir a la mitad el plazo de adaptación de 10 años previsto en la disposición transitoria sexta del RD 42/2019.
• Que desde la Comunidad de Madrid se promueva la elaboración de estudios periódicos que aborden la incidencia del juego entre la juventud, su distribución geográfica y socioeconómica y su incidencia en la salud pública.
A los ayuntamientos:
• Recomendar a los municipios a que estudien la revisión de sus ordenanzas y sus PGOU para introducir limitaciones urbanísticas a la implantación de publicidad e implantación de locales de apuestas en las inmediaciones de espacios frecuentados por la infancia, adolescencia y la juventud como centros educativos, culturales, deportivos o juveniles y que en sus ordenanzas de publicidad que regule la eliminación de cualquier cartelería del mobiliario urbano o espacio público de este tipo de establecimientos, ciñéndose a únicamente el nombre del local en el cartel propio sin ningún tipo de publicidad.
• Recomendar a los municipios que estudien la supresión de publicidad en aquellos espacios y servicios que sean de su competencia.
• Facilitar espacios cedidos por los ayuntamientos acondicionados para la reunión de jóvenes, priorizando en los adolescentes. Con el fin de tener un espacio para reunirse y realizar actividades de ocio seguras en todo el territorio de la Comunidad de Madrid.
• Instar a los ayuntamientos a no considerar las casas de apuestas como servicio de especial interés o utilidad municipal, evitando así que se beneficien de bonificaciones vinculadas a la reactivación económica post-COVID19.
A otros actores de la sociedad civil:
• Recomendar a las federaciones deportivas y equipos profesionales de las diferentes disciplinas deportivas a que soliciten a sus deportistas y clubes a colaborar para que no se identifique el deporte con las apuestas, asumiendo su responsabilidad social.
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