In AEE de 18 de abril de 2020, Resoluciones

La juventud debe aprovechar la llegada y afectación del COVID-19 para reflexionar sobre distintos aspectos, como que se ha puesto en jaque nuestro sistema de sanidad público, las consecuencias que ha comportado a nivel económico y como las estas consecuencias serán más graves y perdurarán más a causa de la terciarización de nuestra economía. Pero tampoco podemos olvidar lo positivo: nos hemos encontrado con una sociedad que por lo general ha respetado el confinamiento y que se ha solidarizado con sus vecinos y vecinas ayudando con la compra o cuidado de menores.

Sin embargo no nos podemos olvidar de los homenajes a las personas trabajadoras del sistema público de sanidad, a reponedores/as, basureros/as, etc. ¿Es suficiente aplaudir para tener un sistema de sanidad que nos ayude a preservar nuestra salud? ¿Cómo se paga la sanidad?

La Comunidad de Madrid es una de las regiones donde menos impuestos se pagan comparativamente, justo después de Canarias, siendo la Región más rica de España en términos del PIB generado. Todo esto lleva a una competencia o dumping fiscal a la baja, donde la Comunidad de Madrid parte con ventaja debido a la propia riqueza generada.

Desde hace muchos años la Comunidad de Madrid ha creado un oasis fiscal que solo beneficia a las rentas más altas. Por ejemplo con eliminación del impuesto de patrimonio la Comunidad de Madrid ha dejado de ingresar 995 millones de euros, beneficiando así a las 16.000 personas madrileñas más ricas. También si se llegase a aplicar la rebaja fiscal del 0,5 en el IRPF, prometida por el actual Gobierno Regional, serían otros 300 millones de euros que se dejarían de ingresar.

Mientras todos estos regalos fiscales se suceden, la Comunidad de Madrid aprovecha para abrir una cuenta solidaria y así recaudar fondos para ayudar a las personas afectadas del COVID-19. Señalamos que es peligroso dejar las cuentas a merced de donaciones privadas.

Es por ello que:

  • Pedimos que la Comunidad de Madrid deje de hacer políticas de regalos fiscales y neoliberales que solo benefician a las rentas más altas mientras se han producido recortes importantes en educación, sanidad y políticas sociales.
  • Que dejen de hacer beneficencia y utilicen los impuestos y la recaudación fiscal para hacer políticas de reparto redistributivas que beneficien al conjunto de la ciudadanía.
  • La sociedad madrileña siempre ha sido generosa, abierta y colaborativa. No se entiende que siendo la región más rica del país, se pida fondos no reembolsables al Gobierno central, mientras en otras Comunidades Autónomas están pasando las mismas o mayores dificultades. Entendemos que debe de primar el principio de generosidad y solidaridad entre regiones y que la Comunidad de Madrid puede encontrar la financiación que precisa, puesto que la ha autorizado el Gobierno a endeudarse por más de 4.173 millones de euros.
  • Pedimos una fiscalidad justa, adecuada y que permita hacer políticas redistributivas con las inversiones necesarias en políticas públicas tan necesarias como efectivas: sanidad, educación, políticas sociales.
  • Que aquellas empresas o personas que realicen donaciones sean de verdad altruistas y nos les permita después tener más regalos fiscales. Este tipo de actuaciones tiene poco de generosidad y de altruismo y mucho de marketing y de rebaja fiscal.

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