In AEE de 18 de abril de 2020, Resoluciones

El jueves 26 de marzo de 2020, tuvo lugar una la Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE para dar una respuesta coordinada y equitativa a la crisis sanitaria del COVID-19, que afecta de lleno a la Unión Europea. Tras el fracaso de esta Cumbre, se acordó un plazo de 15 días con el fin de llegar a una respuesta fiscal coordinada que mitigue el impacto del coronavirus sobre las economía de los Estados miembros, incrementar la aportación del Banco Europeo de Inversiones (BEI) y crear una estrategia de recuperación de esta crisis.

Tras la Cumbre, el Primeiro-Ministro de Portugal, António Costa declaraba que “si algún país de la UE piensa que se resuelve el problema del virus dejándolo suelto en otro país, está muy engañado […] El coronavirus no conoce fronteras” con el fin de defender la postura de Italia y España, los países más afectados hasta el momento dentro de la UE, que piden un acuerdo conjunto y coordinado para que el impacto de la crisis sea el menor posible.

Los instrumentos económicos propuestos son diversos y debatidos entre los estados miembros: los llamados eurobonos, Fondo Europeo de Rescate, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), el Banco Europeo de Inversiones (BEI) o la creación de un fondo europeo de desempleo, entre otros, están sobre la mesa y de ellos, dependerá la crisis económica que se cierne sobre la Unión Europea tras la crisis del COVI-19.

Por ello, el Consejo de la Juventud de la Comunidad de Madrid entiende que, a diferencia de lo acontecido en la crisis financiera de 2008, esta crisis que hoy enfrentamos es productiva, y por tanto la respuesta a esta situación radica en la profundización europea en mecanismos de solidaridad: en un primer término destinados a responder a los sistemas sanitarios de los países afectados, en segundo lugar para amortiguar la caída de la economía productiva, y en tercero para apostar por una recuperación. Entendemos, por un lado, la obligación de todos los países de aportar recursos en este momento y por el otro lado, el deber de estos de destinar los fondos a políticas adecuadas a sus fines.

En consecuencia, se posiciona a favor de las siguientes medidas:

  • La emisión de los denominados “coronabonos”, que permitirían mutualizar la deuda de los países miembros de la UE. De esta manera, los países podrán acceder a los mercados de deuda a un riesgo bajo, en tanto que la responsabilidad del pago de la deuda será mancomunada y no de cada país.
  • Subsidiariamente, en caso de no emitirse los coronabonos, el empleo del Fondo Europeo de Rescate, como ha propuesto Francia.
  • Por último, si hay negativa en las dos primeras opciones, pedimos la realización de préstamos o compra de deuda de países soberanos a un tipo de interés cercano a cero, a través del uso de los fondos del MEDE, permitiendo que ese dinero sea utilizado para la reconstrucción del país y el estímulo de su economía, y en ningún caso exigiendo reformas políticas como condición.
  • Por otro lado, creemos esencial que las medidas que se tomen en esta materia no obstaculicen y estén completamente alineadas con los objetivos de la Agenda 2030.

En virtud de todo ello, entendemos que las instituciones de la UE auditen el destino de las cantidades, pudiendo corregir imperfecciones o desviaciones en su utilización.

 

 

Si continuas utilizando este sitio aceptas el uso de cookies. Más Información

Los ajustes de cookies de esta web están configurados para «permitir cookies» y así ofrecerte la mejor experiencia de navegación posible. Si sigues utilizando esta web sin cambiar tus ajustes de cookies o haces clic en «Aceptar» estarás dando tu consentimiento a esto.

Cerrar